...la Biblia de Jerusalén
II Corintios 11, 29-33
29 ¿Quién desfallece sin que desfallezca yo? ¿Quién sufre escándalo
sin que yo me abrase?
30 Si hay que gloriarse, en mi flaqueza me gloriaré.
31 El Dios y Padre del Señor Jesús, ¡bendito sea por todos los siglos!,
sabe que no miento.
32 En Damasco, el etnarca del rey Aretas tenía puesta guardia en la
ciudad de los damascenos con el fin de prenderme.
33 Por una ventana y en una espuerta fui descolgado muro abajo. Así
escapé de sus manos.